Retroanálisis: Dark Rift (1997)

Hay títulos que destacan más por la portada que por cómo son luego en sí. Dark Rift, es sin duda alguna, uno de ellos. Creado por Kronos Digital Entertainment, una pequeña compañía estadounidense de los noventa que se dedicó a crear juegos para todos los géneros y todas las plataformas -total falta de especialización que le llevó a su quiebra más absoluta en 2002-, Dark Rift fue uno de los títulos cuyo lanzamiento coincidió prácticamente con el estreno de la Nintendo 64. Totalmente desconocido para el público -al igual que su compañía-, el juego prometía introducirnos en el combate 3D de última generación para la consola de 64 bits. ¿El resultado? Sin dedicarle demasiadas páginas, a continuación.

Contraportada del juego.

Concebido inicialmente como Criticom II, y en su versión japonesa como Space Dynamites, Dark Rift fue uno de aquellos títulos diseñados exclusivamente para Nintendo 64, lanzándose al mercado poco más tarde, su conversión para PC. El juego, perteneciente al género de lucha, nos situaba en un mundo futurista y con tintes de terror, en el que criaturas de todas las dimensiones lucharían hasta la muerte con tal de obtener cierta reliquia que posee los secretos del universo... 

Terminada la excusa, digo... ¡el argumento!, el juego comienza con un modo Torneo en el que podremos elegir a luchadores de todos los tipos: desde Gore, el ogro gigante que protagoniza la portada del juego, hasta personajes bastante originales como Demonica -un demonio con muy malas pulgas-, Morphix -un ser atemporal-, o Zenmuron, una especie de samurai...

Personajes en 3D y escenarios pixelados.

Los luchadores a elegir, a decir verdad, no destacan por su originalidad, pero si por su diseño gráfico, que aunque no es espectacular, se pueden considerar buenos gráficos para el año 1997. Gráficos en tres dimensiones de los personajes, que sin embargo, nada tienen que ver con lo que respecta al diseño de los escenarios; un diseño basado en un solo fotograma completamente estático y simple, de lo que podemos decir lo mismo de los efectos especiales y de la banda sonora del juego, totalmente simples y repetitivos.

Respecto a la jugabilidad, tampoco podemos decir maravillas: el movimiento de los personajes es simplón y lento, y el uso de combos, salvo que usemos cheats, muy limitado. Como detalle original del juego, destacan los movimientos especiales de cada luchador, como es la posibilidad de Gore de aplastar a sus contrincantes contra su pecho o de Demonica de absorver la sangre de sus enemigos con "impactantes" mordiscos en el cuello. Pero ahí se queda, en frugales detalles que tampoco impactarán demasiado al jugador... ni siquiera al de 1997. Todos estos detalles, repercutirán en el nivel de adicción del juego, que a decir verdad es bastante bajo, especialmente si juegas sólo contra la máquina, lo que le dará una duración aproximada -pese a su elevada dificultad- de una o dos tardes como mucho. Si juegas con amigos, la cosa quizás cambie un poco, pero tampoco te esperes demasiadas sorpresas... hay juegos muchísimo más interesantes de lucha con los que jugar en la consola. Si a todo esto, le añadimos que el juego no nos permite hacer uso del Rumble Pack, poco más hay que decir...

Un combo especial...

Para terminar, me gustaría añadir varios detalles: el primero, es que la acogida del juego, por lo que he leído en internet -no he encontrado ningún análisis original del momento en ningún lado- fue bastante mediocre. El segundo, es que me ha resultado imposible encontrar una sola ROM ya sea en su versión europea, americana o japonesa en la que el juego funcione correctamente, un completo horror. No obstante, probé el juego alquilándolo en un Blockbuster allá por el 99, y me resulta igual de aburrido o más que entonces. Si queréis conseguir este juego para vuestra colección, pese a lo dicho, compradlo por Ebay... hay cientos de copias a precios baratísimos, resultado claro de que nadie lo quiere... Y tercero; su "secuela" espiritual para PSX, Cardinal Syn, no fue precisamente una obra maestra... pero si un juego que completó muchos de los errores de su antecesor, Dark Rift, lo que lo hace un título mucho más recomendable que el lanzado para N64...

Como conclusión final, poco más hay que decir. Éste, es el análisis más simple de un juego que he realizado para el blog, pero tampoco es un título que se merezca más líneas. Dark Rift fue para la Nintendo 64, sin duda alguna, un título innovador, al ser el primer juego de lucha en tres dimensiones para dicha consola. Sin embargo, si lo comparamos con la calidad de juegos de otras plataformas como Tekken (PSX, 1994) o Virtua Fighter 3 (Sega Saturn, 1997), Dark Rift se presenta como un juego a decir verdad, bastante mediocre, tanto en el aspecto técnico como en el nivel de adicción y jugabilidad. Posteriormente, llegó a tener rivales para nuestra consola que lo superaron en muchos niveles, como es el caso de Killer Instinct Gold, Mace: The Dark Age, Mortal Kombat Mythologies: Sub Zero o War Gods, títulos todos lanzados igualmente en 1997 e infinitamente mejores. Desde entonces, Dark Rift se quedó ahí, perdido en el olvido por las tiendas de segunda mano, en centros comerciales sin desembalar, o para alquilar -como fue en mi caso- en algún que otro Blockbuster... 

LO MEJOR

- En el mundo de los videojuegos (¡incluso en Nintendo 64!) siempre habrá títulos de pésima calidad, y gracias a Dark Rift, he podido analizar uno en este blog para variar. No es oro todo lo que reluce.

- El diseño en tres dimensiones de algunos personajes -no todos- resulta bastante agradable y vistoso, incluso a día de hoy. Es la baza que los chicos de Kronos Digital Entertainment supieron explotar mejor.

- Los combos especiales de cada personaje llaman un poco la atención.

- Los escenarios y la ambientación del juego es original, y gustaría bastante si no fuera porque está pésimamente hecha.

- La rotación en tres dimensiones sobre el eje del escenario está muy bien conseguida.

- Lo encontrarás a precios de escándalo por las tiendas de internet. Escandalosamente barato.

LO PEOR

- Es un puto coñazo, simple, falto de combos, difícil y repetitivo.

- Los escenarios dan pena... el motor de N64 daba para mucho más...

- Los movimientos de los personajes son bruscos, torpes y lentos.

- La banda sonora es lo peor; parece que la ha compuesto un chimpancé con un teclado midi. Hay juegos para Game Boy que tienen mejor apartado sonoro, lo aseguro. 

VALORACIONES

-Gráficos: 7

-Sonido: 5

-Jugabilidad: 5

-Duración: 3

-NOTA FINAL: 5